Paradoja alimentaria

Garlito 

Los tacos y antojitos mexicanos, expendidos por don Chabelo y su personal experto en las artes de la preparación del antojito mexicano por excelencia, allá en los años 90´s del siglo pasado, eran un éxito sobre todo para aquellos a los que el hambre asalta a deshoras de la noche y en su taquería, pululaba todo tipo de clientes; debido a su ubicación, en la intersección de la avenida Madero y el viaducto Nuevo Hidalgo, justo casi enfrente del Hospital General de Pachuca, todo pachuqueño pero sobre todo amante del taco, debe ubicar afamada negociación. 

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Foto: Carlos Sevilla

Exceso  

De bistec, enchilada, suadero, tripa, pastor y un largo etcétera, con cebollitas y nopales, además unas chalupitas de buena manufactura, como toda buena taquería en ocasiones había que esperar turno para ser atendido, la velocidad y buena atención daban un ingrediente más suculento a tan agraciados taquitos; en plena degustación una noche gran cantidad de enfermeras y médicos de la institución de salud, llenaron el puesto y como todo buen mexicano se dispusieron a cenar, entre bromas y el picor de las salsas, llevó a la reflexión del fenómeno que se presenta en las inmediaciones de los centros de salud, la proliferación de puestos de comida, semifijos o ambulantes, con la consabida problemática que genera. 

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Foto: Carlos Sevilla

Ahora ya ordenado, en las afueras del Hospital General de la capital, hace años existió un caos debido a la cantidad y desorden de los comerciantes que expendían golosinas, alimentos chatarra y antojitos mexicanos, tortas, tacos y tamales, misma situación con sus vecinos del IMSS, con el objetivo de ofrecer a los usuarios de las instituciones médicas o a familiares que tienen alguien internado en esos nosocomios; la basura que se genera, la obstrucción del paso, deterioro de banquetas, malos olores y un aspecto que daña la imagen de las instituciones, paradójicamente casi en sus puertas se venden alimentos no muy sanos para la salud; dicho personal médico que cenaba aquella noche, aseguraban comer tacos no es nocivo y solo el exceso afecta a las personas, alegremente todos comimos los nuestros. 

Prevención  

Este fenómeno, el de la proliferación desordenada de puestos de comida en los alrededores de hospitales, clínicas y oficinas gubernamentales, no es privativo de la capital del estado, sucede en todo el país y sin duda más allá, la necesidad de allegarse de recursos, ofertar a los usuarios cotidianos de las instituciones médicas, productos alimenticios elaborados o alimentos chatarra, parece un servicio necesario que lo es, pero si no se regula y las autoridades municipales y de salud ponen orden, la vía pública será invadida generando una problemática mayor; sucede en las afueras del Hospital del ISSSTE y a un costado, y lamentablemente está pasando lentamente en las afueras del Hospital del Niño DIF, sin que nadie tome cartas en el asunto. 

Foto: Carlos Sevilla

No solo es la paradoja de expender alimentos en la calle, con dudosa calidad en higiene en las afueras de un establecimiento donde se atienden problemas de salud humana, puestos que obstruyen el paso y se adueñas del espacio, es necesario que las autoridades regulen esto, si no en breve pulularán puestos y más puestos de alimentos no sanos en las afueras de aquellas instituciones, los responsables de esas clínicas y hospitales, deben de dignificar la imagen y planear áreas de alimentación más nutritiva, sana e higiénica a usuarios e incluso personal médico y no se convierta en otro problema citadino; los tacos de don Chabelo afamados por su sabor, tienen otra característica, la limpieza del lugar y ese aroma que calles antes invita a desvelados hambrientos, echarse unos taquitos.  


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