AMLO entrega Premios Nacionales de Arquitectura e Ingeniería

El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó este jueves la entrega de los premios nacionales de ingeniería y arquitectura correspondientes a 2020. El premio Nacional de Arquitectura fue otorgado a Fray Gabriel Chávez de la Mora por su trayectoria en la construcción de edificios religiosos, y el de Ingeniería a Francisco José Garaicochea y Petrirena, quien ha participado en distintos proyectos petroleros.

Durante la ceremonia en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, los galardonados llamaron a destinar recursos suficientes para la conservación de edificios históricos en el país y no recurrir al uso de nitrógeno en la extracción de petróleo.

El mandatario definió a ambos como “dos sabios” en sus sectores. A Chávez de la Mora expuso las acciones que realiza su gobierno para la reconstrucción de edificios dañados por los sismos, y a Garaicochea y Petrirena le expresó: “le vamos a seguir haciendo caso en todo como buenos alumnos porque es un maestro, es un sabio y además un defensor de ese recurso natural que es el petróleo, propiedad de la nación y de todos los mexicanos”.

López Obrador destinó toda su conferencia matutina exclusivamente a la ceremonia y apuntó que “lo austero es bello”, además de pronunciarse por darle a la arquitectura una dimensión social.

Al presentar el perfil de Gabriel Chávez de la Mora, Fraile benedictino formado en la Universidad de Guadalajara, José Francisco Reygadas Valdez, presidente de la Academia Nacional de Arquitectura, recordó que entre sus proyectos participó -junto con los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez y José Luis Benlliure- en la Basílica de Guadalupe.

Tras recibir el reconocimiento, Chávez de la Mora señaló que su trabajo ha respondido a una etapa importante de cambios en la iglesia católica, tanto en obras nuevas como en la adaptación de obras anteriores, en un esfuerzo de adecuación a la época.

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“He preferido una arquitectura modesta, de austera sencillez, destacando la verdad de sus materiales, no ya las místicas formas y alturas del el gótico ni los brillos del barroco”, pero “con la misma carga de poesía, belleza y mensaje inspirados”.

También pidió al presidente “que su gobierno no recorte presupuestos, al contrario que robustezca los presupuestos destinados a las entidades que velan por la protección, restauración, reconstrucción o mantenimiento de edificios de amplio patrimonio de la historia”, mismos que han sufrido afectaciones por el tiempo, clima y sismos.

En tanto, Javier Jiménez Espriú, premio nacional de Ingeniería 2008 y ex secretario de Comunicaciones y Transportes, presentó el perfil de Francisco Francisco José Garaicochea y Petrirena, y consideró que con el reconocimiento se cubre una deuda pendiente, ya que debió recibir el reconocimiento desde hace muchos años.

Garaicochea y Petrirena destacó la labor de ingenieros fallecidos que nunca en vida recibieron dicha distinción, entre ellos a Francisco Inguanzo Suárez, quien se opuso al uso de nitrógeno en Cantarell, mismo que se sigue inyectando y quemando a la atmósfera gas natural con un alto contenido de condensados.

También recomendó que se realice la propuesta del ingeniero Eduardo Barrueta Centeno, que consiste en la construcción de plantas para aprovechar el condensado que se produce en el litoral de Tabasco.

El presidente López Obrador afirmó que “estamos comprometidos con la conservación del patrimonio histórico, cultural, arquitectónico de México, estamos trabajando en eso”. Agregó que en su administración “sabemos la importancia que tiene nuestra historia” y se desarrolla un programa para la conservación de sitios arqueológicos, conservación de edificios y templos coloniales.

“Por los daños de los sismos estamos llevando a cabo un programa de reconstrucción de espacios públicos y de templos que se están reconstruyendo”, pero no se ha concluido por lo “específico del trabajo” que requiere “mucho cuidado”. Estimó que se terminarán el próximo año.

Subrayó que está en marcha acciones para construir nuevos espacios con preferencia en las colonias populares y se intervienen espacios urbanos en cien municipios del país.

Sobre Garaicochea y Petrirena, a quien definió como una eminencia de la industria petrolera, dijo que es “es un ingeniero nacionalista de los que sacó adelante la industria petrolera”.

Tras la expropiación petrolera, las empresas se fueron del país con la consigna de que los ingenieros mexicanos no podrían con el desarrollo de este sector, pero salió adelante y creció “de manera extraordinaria, añadió el tabasqueño.

Aunque el país comproba combustibles en el extranjero, éramos autosuficiente “un ejemplo a nivel mundial incluso en desarrollo tecnológico”, en el periodo neoliberal se abandonó y “acabaron con la industria petrolera, en especial con la petroquímica, dejaron convertidas en chatarra todas las plantas, un saldo completamente negativo contrario al interés nacional”.

Lo mismo sucedió con la industria de la refinación luego que en el periodo neoliberal no se construyó ninguna planta. La última se inauguró en 1980 y se comenzó a vender partes de las refinerías.

“Ahora el cambio en la política es que podamos procesar toda nuestra materia prima”, para lo cual se rehabilitan las seis refinerías del país, se compró una en Texas en la que Pemex invertía pero sin tener utilidad. También se construye una en Dos Bocas y una coquizadora en Tula que estaba abandonada. Con esto se busca alcanzar la autosuficiencia en combustibles.

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Explicó que, a la vez se está rescatando a la CFE que junto con Pemex son “dos empresas pública fundamentales y palancas en el desarrollo de México”, por lo cual cambió la política en la extracción de petróleo crudo para no enfocarse donde no hay petróleo o cuesta más extraerlo.

“Hemos corrido con suerte, hemos encontrado nuevos yacimientos, estamos disminuyendo el costo de extracción que estaba en cerca de 15 dólares por barril y estamos extrayendo con costos de 4 dólares por barril”.

El compromiso es no extraer más de lo que se necesita para el consumo interno, con un límite de no más de 2 millones de barriles diarios para preservar el crudo para próximas generaciones.

Sobre la inyección de nitrógeno en Campeche para extraer petróleo, el mandatario indicó que esto produjo una explotación irracional y un desperdicio, y Cantarell, que era de los más importantes del mundo se agotó prácticamente.

Entre los proyectos de su gobierno, recalcó que se rehabilitan puertos, hidroeléctricas, presas, canales de riego, aeropuertos, y “algo que no se hacía en mucho tiempo, vías férreas como no se veía en muchos años”, con contratos otorgados principalmente a empresa nacionales.

La Jornada


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