El INE, probablemente el órgano más comprometido con las disidencias sexogenéricas, acató la resolución del Tribunal Electoral que le obligó a que desde las elecciones de 2020 se aplicarán las llamadas cuotas arcoíris.
Las cuotas arcoíris son una medida afirmativa, que aparentemente “buscan crear condiciones de igualdad”. En este caso en concreto de las disidencias sexogenéricas frente a las personas heterosexuales en el ejercicio y goce de sus derechos políticos.
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Estás cuotas estuvieron en muchísima controversia porque el criterio para acceder a ellas es la autopercepción, es decir identificarse como parte de la comunidad LGBT. Aunque de fondo tenían una buena intención, en la realidad, en lugar de que los partidos políticos buscarán la inclusión de representantes de la comunidad en sus filas, estos rufianes las utilizaron de maneras tan ruines que personas que claramente sabemos que son heterosexuales se presentaron como parte de la comunidad. (Y ni hablar de las cuotas de discapacidad con la que un precandidato a la gubernatura por MORENA decidió emplear para entrar al Congreso).
Ya que el próximo año habrá elecciones, la diputada federal por MORENA, Salma Luevanos Luna, utilizando a las personas no binarias, decidió presentar una iniciativa de reforma para que en la credencial de elector se incluya un nuevo marcador “opcional” que indique si eres parte de la “diversidad sexogénericas” y que este documento sirva para participar en elecciones populares a través de las cuotas arcoiris y de pasó “reconocer a las identidades no binarias”.
Luego se una reunión terrible dónde varias organizaciones, activistas y colectivas presentamos argumentos en contra de esta iniciativa pues más que ser una medida que tenga fines positivas en las vidas de las disidencias sexogénericas, representa un riesgo en un país tan machista, homolesbitranspanfobico, binario, clasista, que ese dato se incluya en un documento oficial nos expone a la discriminación y violencia.
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Ni hablar de que supeditar la participación política de las disidencias sexogenéricas a la enunciación ante el estado de nuestros rostros es una violación a nuestros derechos políticos y civiles..
Tampoco es real que a través de esta credencial de elector se pueda reconocer a las existencias no binarias, ya que para la expedición de esta credenciales de elector se basan en documentos oficiales como actas de nacimiento y curp. Las legislaciones actuales en el país no reconocen a las personas no binarias y apenas se están logrando avances con el reconocimiento trans.
Aprovecharse de las demandas legítimas de la sociedad para impulsar una carrera política con base en falsas promesas, poca escucha, falta de transparencia y en un movimiento que tiene otras necesidades urgentes pero invisibles, es dejar de ser un representante del pueblo.
Con nosotras, nosotres y nosotros no.
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