“Estar sin cercanía emocional, no es estar”

Lo primero que hay que considerar para hablar de cercanía emocional es que los seres humanos somos emocionales y requerimos mantener vínculos de calidad en los que experimentemos, expresemos y compartamos cercanía física y emocional.

Unos más, otros menos, casi todos y todas requerimos caricias que nos representen intimidad y vinculación con las personas que nos son significativas.

Estas caricias no solo son físicas, también es una caricia emocional ser escuchado, que tu pareja se involucre en lo que es importante para ti, la empatía en las relaciones: entre padres e hijos, familia, amigos.

No hay una generalidad, sobre “como” manifestar la cercanía emocional, cada quien elige e incluso puede ser distinto en cada una de sus relaciones.

En lo físico, necesitamos de cierto contacto: manifestaciones de aceptación y cariño a través del cuerpo y el interés o la atención, incluso con la presencia.

 En lo emocional, se refiere a sentirse cercano y confiado, coincidir y encontrarse en un lugar seguro en el cual sea posible manifestar respeto e intimidad, cariño, ternura, etc.

Definimos por realmente cercano lo que nos importa, de tal forma qué hay cercanía emocional cuando lo que le sucede al otro es casi tan importante como si me sucediera a mí, y por supuesto, lo que es ideal es que esto sea recíproco.

Para marcar dinámicas saludables en las relaciones, la cercanía emocional es insustituible, no se trata solo de estar, sino de involucrarse, que el mundo emocional de los que me rodean (familia, pareja, amigos) no me sea totalmente ajeno y mucho menos, indiferente.

Lo que genera y suele mantener la intimidad emocional es la frecuencia, la disponibilidad, la calidad en el tiempo compartido, es posible estar juntos físicamente demasiado tiempo sin que haya una genuina cercanía emocional, y una vez que esta desaparece es muy probable que las relaciones se desgasten, agoten o concluyan, obviamente, entre la familia no se deja de ser pariente, pero a veces llega a parecer como si así fuera, porque sin compartir sentimientos, intereses, preocupaciones o alegrías se llega a vivir más como familia a los amigos con quienes esto sí ocurre, es recomendable estar atentos y procurar que en las relaciones más significativas se fomente y se cuide la cercanía emocional.

 Si estás físicamente en una relación y no hay cercanía emocional, entonces no estás, incluso en las relación de pareja, puede haber intimidad sexual, pero si no hay conexión emocional existe una relación más no un vínculo.

Algunas estrategias para generar cercanía emocional pueden ser:

  • Disminuir la incertidumbre, es decir saber que se puede confiar y contar con el otro.
  • Comunicación efectiva: Expresar verbalmente sentimientos, deseos, necesidades, hablar de lo que se habla, aclarar mal entendidos, preguntar, explicar lo que se piensa y se siente, estar abiertos al diálogo.
  • Ser empáticos: Validar las emociones propias y las de la otra persona, interesarse en comprender, respetar lo que la otra persona siente.
  • Mantener el respeto y las buenas maneras de relacionarse aún en situaciones de conflicto o enojo.
  • Disponibilidad de tiempo y energía para la relación, incluir actividades que sean agradables para todos y participar.
  • Reconocer que la intimidad emocional no te hace vulnerable, no va a pasarte nada que no puedas elaborar después de confiar o amar, a veces las circunstancias cambian, y fortalecer el amor propio siempre será la mejor herramienta para admitir, elaborar y superar las decepciones (aunque solemos desear que no sea el caso). La cercanía emocional no hace vulnerables las relaciones, la ausencia de esta, si.
  • Practicar la inteligencia emocional: saber cómo gestionar y expresar las emociones en forma adecuada.

Disponerse a ESTAR y SER CERCANO requiere:

•Interés genuino.

 •Aceptación incondicional (recordando que el límite está en que lo que aceptas en tus relaciones no te afecte).

 •Responsabilidad afectiva: Mantener la asertividad, honestidad y cuidado en las acciones y omisiones para no dañar intencionalmente. 

Dicen que el amor es escandaloso, ¡siempre termina notándose!, el cariño, el respeto y el interés se distinguen solos, y para bien o para mal, la falta de conexión y el desamor  igualmente hacen mucho ruido, y sobre todo, hacen mucho daño, así que si decidimos estar en una relación busquemos construir vínculos que nos enriquezcan y también a las personas que nos eligen para compartir la vida… o el tiempo que decidamos permanecer, si vamos a dejar un recuerdo, que sea bello.  

¡Feliz fin de semana!

Lorena Patchen

Psicoterapia presencial y en línea.


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