El municipio de Tlahuelilpan tiene un déficit de elementos de seguridad pública municipal que se vio agravado con el despido de ocho elementos que no aprobaron los exámenes de control y confianza necesarios para obtener su Certificado Único Policial.
Así lo informó la regidora Enriqueta Monroy Neri, quien presiden la comisión de Seguridad Publica al interior de la Asamblea Municipal, además, explicó que actualmente solo se cuenta con 15 elementos por turno para cuidar a toda la demarcación, lo que claramente resulta insuficiente.
Aunado a ello, la edil explicó que si bien actualmente tiene esas ocho vacantes disponibles, no se tiene presupuesto para aumentar aún más la platilla y atender todas las necesidades de seguridad que tiene Tlahuelilpan, pues explicó que el presupuesto para seguridad es de apenas 9 millones de pesos.
Ese recurso se divide entre sueldos, insumos y todo lo que haga necesario para que la dirección de Seguridad Pública Municipal funciones, aunque es insuficiente, por lo que se está buscando la forma de incrementar el recurso, aunque por ahora solo se ha visto que se incremente un 3 por ciento para el siguiente ejercicio fiscal, según lo que explicó Monroy Neri.
Tlahuelilpan y sus problemas delictivos
Según los datos que arroja el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), Tlahuelilpan tiene poco menos de 20 mil habitantes, lo que lo convierte en uno de los municipios más pequeños del estado, sin embargo, no por eso esta exento de padecer los estragos de la delincuencia.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el delito que más aqueja a Tlahuelilpan es la violencia familiar con 34 carpetas iniciadas de enero a septiembre de este año, de ahí le sigue el robo de motocicletas sin signos de violencia con 12 carpetas iniciadas en el mismo periodo.
El tercer delito con mayor incidencia delictiva son las amenazas, las cuales acumulan 10 carpetas iniciadas de enero a septiembre del año en curso; posteriormente se encuentran los robos con violencia.
Por Joselyn Sánchez
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