En la Catedral de la Santa Muerte ubicada en la colonia Plutarco Elías Calles, en Pachuca, realizaron su ya tradicional festejo, con desfile y baile sonidero dedicado a la imagen a la que los fieles del culto llaman “la niña blanca”.
Antes del mediodía partió del lugar una caravana de más de un millar de personas, la mayoría procedentes del Estado de México y la Ciudad de México, que llevaron en procesión la imagen de la Santa Muerte a bordo de una camioneta por las calles del Centro Histórico de Pachuca.
Gente de todo estrato social se dio cita en la celebración, aunque principalmente personas de estratos medios y humildes, quienes llevaban sus imágenes de la Santa Muerte vestida de diferentes colores, con vestidos en negro, en rojo, en rosa, en morado o blanco.
También los fieles de ese culto sacaron a pasear al Chamuquín, una figura de color negro con cuernos y ojos centellantes que representa presuntamente a la fuerza oscura del mal encarnada por luzbel.
En el trayecto, los fieles eran acompañados por varios autos y camionetas con la imagen de la Santa Muerte, adornados con globos y listonas, así como por un camión verde de transporte urbano de la Ciudad de México.
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Mientras tanto, en las afueras del número 333, de la Avenida 8 de la colonia Plutarco Elías Calles, se realizaban los preparativos para la celebración del culto, que encabeza el obispo negro y líder de comerciantes ambulantes Óscar Pelcastre.
Allí se habían establecido puestos de comida, venta de cerveza y micheladas, en lo que el sonido Germany realizaba pruebas de sonido para el baile que celebrarían en la noche.
Mujeres de maquillaje recargado tatuadas en la espalda con alas de ángel y en los brazos la Santa Muerte, hombres con el mismo tatuaje en los brazos, mamás con sus niños en carriola o de brazos, algunos jóvenes ya intoxicados a mediodía, olor característico de la mariguana en el ambiente, gente bebiendo cerveza, también rindieron culto a figuras como Jesús Malverde, santo de los narcos y los pobres.
Además, se alistaban los juegos mecánicos, en una miniferia que tuvo como marco la celebración de este culto.
La procesión llegó al templo y se desordenó cuando muchos se cruzaron el bulevar del Minero para llegar de lleno al templo de la Santa Muerte, ubicado al fondo del Mercado Sonorita, donde no había ninguna medida sanitaria.
De la misma manera, los fieles en su trayecto tampoco llevaban varios de ellos colocado el cubrebocas e incluso muchos de ellos ya estaba ingiriendo cervezas o bebidas alcohólicas cuando llegaron a la catedral de la niña blanca.
Allí se celebró el culto encabezado por el obispo negro, en el templo que alberga una enorme efigie de la Santa Muerte, mezclada con varias imágenes y una imagen tras un cristal en el piso de la virgen de Santa María de Guadalupe.
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