Ixmiquilpan, recuperar la seguridad

La incapacidad mostrada por la presidenta municipal Araceli Beltrán Contreras para garantizar la seguridad pública en Ixmiquilpan, la forzó a restablecer el convenio de Mando Coordinado con la Secretaría de Seguridad Publica de Hidalgo, al perder el control y registrarse una escalada de delitos del fuero común y mayor presencia de grupo delincuenciales organizados. 

Acuerdos nada transparentes con los hermanos Pascual y Vicente Charrez Pedraza, permitieron el nombramiento de Mario Bautista Pérez como secretario de Seguridad Pública Municipal, con el propósito de retener posiciones estratégicas en el ayuntamiento para mostrar su fuerza política y seguir aspirando en el mediano plazo a nuevos cargos de representación popular. 

El rechazo al sobrino de los Charrez Pedraza para ocupar el cargo, el enfrentamiento entre policías y civiles armados en el segundo día de la administración y en los siguientes meses levantones, extorsiones y ejecuciones, debilitaron al gobierno de Beltrán Contreras que se resistía al acuerdo de Mando Coordinado con el gobierno estatal, pero no pudo más después del 11 de octubre. 

Tras un percance carretero en Panales, descubrieron armas en el vehículo accidentado mientras los heridos eran trasladados para recibir atención médica, pero un grupo de diez personas armadas acudieron al policlínico para intentar rescatarlos, pero fueron detenidos, lo que al conocerse alarmó a autoridades de los tres niveles de gobierno. 

Por ello el nombramiento de Romeo Robles Contreras como nuevo secretario de Seguridad Pública Municipal que restablece el acuerdo de Mando Coordinado; el próximo establecimiento de la Guardia Nacional en El Nith, además de un puesto de vigilancia en las antiguas instalaciones de la Policía Federal, sin descartarse el apoyo del Ejército Mexicano, buscan restablecer la tranquilidad social. 

No será fácil, la inseguridad pública creció en los dos gobiernos municipales anteriores,  de los hermanos Cipriano y Pascual Charrez Pedraza, ahora la suma de esfuerzos puede permitir recuperar el control de la seguridad pública, pero Beltrán Contreras debe sacudirse el tutelaje que afecta a su gobierno y que repercute negativamente en la población que resiente los efectos negativos de la creciente actividad delictiva. 


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