El pasado 11 de octubre se conmemoró el Día Mundial de las Niñas, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2012, cuyo objetivo es crear conciencia sobre la situación de las niñas en el mundo y reconocer sus derechos.
Los datos nos indican las niñas están en situaciones muy graves en nuestro país, por ejemplo que en el año 2020, de cada 5 mil nacimientos estos fueron paridos por niñas de 10 a 14 años en los que además el 28% los padres biológicos de estos nacimientos eran hombres mayores de 20 años (Natalidad, INEGI 2020), lo cual pone sobre la mesa que estas relaciones son desiguales, incluso existen casos de violencia sexual donde para “reparar el daño” se unen o casan con sus agresores, otro dato indignante que nos da el INEGI es sobre las Defunciones por homicidio, donde el 4.3% de asesinatos fueron contra niñas menores de 15 años.
También lee: La transformación laboral con perspectiva de género
Más allá de los números y datos, son historias de niñas que no deberían estar pasando por ello, como dos casos que salieron en distintos medios de comunicación, el primero ocurrido en Guerrero donde una adolescente de 15 años fue encarcelada por negarse a tener relaciones con su suegro, lo que hace evidente lo que por muchos años hemos denunciado feministas, la venta, intercambio de niñas y adolescentes: esta adolescente fue encarcelada por el “delito de perjuicios” puesto que el suegro había pagado 120 mil pesos para que su hijo se casase con ella, pero este se fue a Estados Unidos y por lo cual seguramente piensa que ahora forma parte de su propiedad y por tanto de tener relaciones con él, pero además como la familia de la adolescente no tenía para el pago también fueron encarceladas sus 3 hermanas menores de 10 años.
El otro caso ocurrió en Veracruz, donde se investiga el feminicidio de una adolescente de 14 años, asesinada por su esposo de 18, en el que de acuerdo a los medios de comunicación, el adolescente recibió ayuda por parte de sus familiares para tratar de encubrir el feminicidio.
Te sugerimos: ISSSTE rediseña atención de salud mental para niñas y niños
En Hidalgo no estamos lejos de estas situaciones en colonias de nuestra capital hemos tenido casos como el que una niña de 14 años su familia de manera insistente la quería casar con un militar que le lleva 20 años para que este se hiciera cargo económicamente no solo de ella sino también de su hermanos, generalmente cada semana llegan a la Red por los derechos sexuales y reproductivos (ddeser) distintas situaciones donde hemos tenido que atender y canalizar niñas que han sido agredidas sexualmente o que viven situaciones de violencia extrema.
Pese a todas las deudas que tenemos con las niñas como estado y familias, tiene algunos años que se han creado mecanismos para la protección y restitución de sus derechos como son las Procuradurías de niñas, niños y adolescentes, que en algunos casos sobre todo a nivel municipal todavía hay que impulsar para que funcionen como es debido, en el caso de Hidalgo quiero reconocer el trabajo que se ha hecho con la Procuradora Karina Ramírez con la que la sociedad civil ha construido puentes para la salvaguarda y restitución de derechos de muchas niñas hidalguenses, sin embargo desde aquí hago un llamado para que estos mecanismos a nivel municipal se instalen y funcionen debidamente.
Las deudas con las niñas no están saldadas aún, en educación, salud, etc., pero sin duda cada día más se visibiliza que estas situaciones de violencia, exclusión, discriminación deben de erradicarse y vemos con alegría algunas otras niñas derribando barreras, logrando triunfos patinadoras de skate en las pasadas Olimpiadas, ojalá pronto podamos dar otros datos y contar historias donde las niñas estén en igualdad de oportunidades.
Deja una respuesta