El próximo año habrá seis elecciones para gobernadores. Las entidades serán Aguascalientes, Durango, Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas e Hidalgo.
En dos, se celebrarán comicios también para renovar 39 presidencias municipales, Durango, y, en Quintana Roo, 25 diputaciones.
Los actuales mandatarios son cuatro panistas: Martín Orozco Sandoval, Aguascalientes; José Rosas Aispuru, Durango; Carlos Joaquín González, PAN y PRD, Quintana Roo; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Tamaulipas; Alejandro Murat Hinojosa, Oaxaca, PRI coaligado, e Hidalgo, Omar Fayad Meneses, PRI.
Parecería una mera transcripción de procesos estatales, con particulares características cada una.
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Solo que, a la luz de cercanos acontecimientos, algunos agudos y estudiosos de la política nacional ya plantean quienes de los seis Ejecutivos que terminarán gestiones podrían ser invitados a sumarse al equipo de trabajo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La especulación no está alejada de supuestas realidades luego que recientemente dos gobernadores, ninguno morenista, aceptaron invitación presidencial para integrarse a su gestión.
Uno, Quirino Ordaz, de Sinaloa, del PRI. Prácticamente está con un pie para asumir cargo como embajador en España.
El otro, Antonio Echevarría, del PAN, también dio el sí al mandatario federal, aunque no se ha definido todavía cuál sería su puesto.
Al hacerse pública su aceptación, ambos recibieron ácidos señalamientos de las dirigencias priistas y panistas.
No pareció incomodarles su giro radical de militancias; se mostraron firmes y seguros por haberse incorporado al equipo de la Cuarta Transformación.
Y de los seis que terminan, solo uno, casi unánimes opiniones, García Cabeza de Vaca, no estaría contemplado para otra alineación, tras ser señalado como responsable de deshonestos manejos durante su periodo.
De los otros cinco podría surgir uno, o dos, o quizá tres, que fueran contemplados.
No se puede, ya tratando en particular a Hidalgo, afirmar que Fayad Meneses apareciera sorpresivamente en nueva lista, si es que llega a haberla, pero sí se pondera la forma como ha mantenido relaciones de mutuo respeto con la Presidencia, sin llegar a ser, nunca, que se recuerde, un sistemático opositor y si entendedor, por su experiencia, que más se obtendrían apoyos para el estado que ha encabezado en posiciones maduras, equilibradas, sanas, que ubicarse como empeñado detractor de las acciones federales.
Rubén Moreira y una declaración anticipada
Hace años tuve la oportunidad de platicar en céntrico café de Pachuca con Rubén Ignacio Moreira Valdez, entonces ya en camino para asumir la gubernatura de Coahuila.
Fue contertulio amigable y sobre todo muy orientado a platicar de buenas lecturas. Conocía a Juan Manuel Menes Llaguno, Cronista del Estado de Hidalgo. Tuvieron especial empatía en la obra de Francisco Luis Urquizo Benavides (1891-1969), quien fuera un destacado escritor, historiador y militar en la Revolución mexicana.
Surgieron títulos como Tropa vieja, Fui soldado de levita de esos de caballería, y otros.
Moreira Valdez, priista fortaleció su carrera política. Hoy es coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados.
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Adelantó que próximamente dirigencias nacionales de su partido, del PAN y el PRD, definirían si habría alianzas electorales en los estados que el próximo año tendrán nuevos gobiernos, y descartó fractura de la coalición “Va por México”
Paralelamente, rechazó un rompimiento del bloque opositor para la distribución de comisiones ordinarias en la Cámara.
Esperaremos para ver si sus augurios se vuelven realidades.
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