Andrea es una pequeña de apenas ocho años que nació con Síndrome de Down, y que desde temprana hora se levanta para realizar sus actividades escolares.
A pesar de la pandemia, acompañada por su papá, lleva a cabo las clases y revisa sus libros según le instruye su docente de cuatro año.
Ella es parte del 6.2 por ciento de la población que vive con una discapacidad, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) en Hidalgo.
En el contexto del Día Nacional de la discapacidad, el Consejo Estatal de Población en la entidad (Coespoh) informó que a este porcentaje se suma un 15.4 por ciento de hidalguenses que enfrentan alguna limitación para realizar actividades.
Con base en sus tabuladores detectaron que son más mujeres que hombres quienes viven con una discapacidad, con más de un 50 por ciento.
En referencia a las personas que enfrentan alguna limitación para realizar actividades, el porcentaje llega al 15.6. Y en este sector se encuentran personas con afectación de tipo motriz y de lenguaje, principalmente, pero que no les impide ser autosuficientes.
A ocho meses de la pandemia y con centros educativos que cerraron sus puertas, los niños que reciben educación especializada continúan sus estudios, pues es a través de tareas y algunas clases virtuales como llevan a cabo su instrucción, pero siempre con el apoyo de padres de familia o tutores.
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