“En las urnas nos vemos”, “la historia nos juzgará” “es un honor estar con Obrador”… estas y otras consignas inundaron las redes sociales en las últimas 48 horas por parte de simpatizantes y actores políticos de la llamada cuarta transformación, para matizar el descalabro que sufrió el gobierno Obradorista con el desplome de su Reforma Eléctrica.
Pero hablando específicamente de Hidalgo donde tenemos en puerta un proceso electoral para elegir a la próxima o al próximo gobernador, llama la atención que los actores locales que defienden la causa de la 4T, pasen por alto o ignoren las exigencias que claman los ciudadanos para que sus gobernantes resuelvan las diversas problemáticas, políticos a la altura de las circunstancias y no matraqueros montados en shows de medio pelo que no dejan ningún dividendo a la población.
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La realidad ha rebasado los discursos repetitivos de esta clase política que solo tienen intención de congraciarse con su líder moral y no de sostener un debate de altura, de explicar con números, cifras y datos reales, el impacto positivo o negativo de las acciones de este gobierno.
Es la fecha en la que los recortes presupuestales a los municipios no han demostrado ser funcionales y sí han terminado por empobrecer aún más las regiones, solo por citar un ejemplo de temas que verdaderamente debieran tener entretenidos a los diputados locales, federales y senadores de Hidalgo.
Y es que en un principio se dijo que estos recortes eran necesarios para que los recursos no fueran mal utilizados desde las alcaldías y evitar actos de corrupción, por lo que el gobierno federal resolvería directamente y sin intermediarios las necesidades de los Hidalguenses.
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Pero eso no ha pasado, sino todo lo contrario, la inseguridad está en aumento, la falta de mantenimiento a las redes carreteras ni pensarlo, y de la obra pública mejor ni hablamos, basta preguntarle a los habitantes de Tula de Allende y Tlahuelilpan, o a los de Huejutla, que llevan años esperando la ampliación de su carretera, primero firmada en los compromisos que Enrique Peña Nieto hizo con Hidalgo y luego con Andrés Manuel López Obrador quien designó como encargado de ese proyecto al exsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien ya ni siquiera forma parte del gabinete.
Por ello, los actores de la 4T en Hidalgo deberían pensar dos veces antes de repetir obedientemente los arengas, porque efectivamente, “la historia los juzgará”.
O si no, que nos cuenten con datos y cifras reales, ¿cuáles son los resultados que hasta el momento han dado funcionarios como el delegado de Bienestar Hidalgo, Abraham Mendoza?
O las gestiones de nuestros flamantes diputados federales y locales, la mayoría perfectos desconocidos que parecen existir solo en redes pero de cuyo trabajo poco o nada de se sabe.
@AlexGalvezQ
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