DANIEL-FRAGOSO-EL SURTIDOR

20 años son nada

Para entender el origen de las universidades, Benedicto Chuaqui apunta: “La palabra universitas fue creada probablemente por Cicerón, con el sentido de “totalidad”; deriva de universum, que significa “reunido en un todo”. Referido a las universidades, aquel vocablo pasó a designar la institución que tenía carácter de totalidad en dos sentidos: originalmente fue la universitas magistrorum et.scholarium, esto es, la comunidad de maestros y alumnos; después, la universitas litterarum, es decir, la institución en que se reunía en un todo el saber.

Las universidades nacieron como expresión del renacimiento intelectual iniciado en el siglo XI en torno a la filosofía y teología. Se formaron de las escuelas principalmente de las escuelas catedralicias llamadas a dar una enseñanza superior. El nombre oficial de la organización de esta enseñanza superior fue primero studium generale; generale no se refería a que se enseñaran todas las disciplinas, sino a que se admitieran estudiantes de todas partes. Los studia generalia, estos centros de educación superior, eran de hecho corporaciones de maestros y alumnos, y de ahí que pasaran a llamarse universidades. El nombre de studium generale compitió con el de universitas hasta fines de la Edad Media.

Puedes leer: Visceversa

La universidad es una de las más grandes creaciones de la civilización occidental, única en su género: un instituto dedicado al mundo del intelecto. La universidad nació no de una idea preconcebida, sino de la paulatina convergencia de circunstancias históricas. En último término fueron dos corrientes: la de los que querían aprender y la de los que estaban dispuestos a enseñar.

Antes de que se constituyeran los estados europeos modernos, los estudiantes migraban por Europa en busca de la universidad de su interés. Allí empezaron a ser acogidos en hospicios llamados colegios, creados para dar albergue a los estudiantes, de regla, faltos de medios de sustento. Estas comunidades estaban tuteladas por maestros”.

Hago esta referencia para centrarnos en la importancia de la conmemoración de los 20 años de surgimiento de El Colegio del Estado de Hidalgo, pues sin duda, independientemente de su carácter de orientación hacia la investigación científica de ciencias sociales y humanidades y la generación de alto potencial humano en la formación de posgrados; esta institución tiene el génesis de ser un instituto dedicado al mundo del intelecto.

Heredero de una gran tradición iniciada en la fundación de los más de 15 Colegios similares que existen en la república mexicana, El Colegio del Estado de Hidalgo ha tenido a célebres titulares quienes han destacado en el campo de las humanidades y la ciencia política. Ahora, con una oferta educativa creciente, ante el impulso natural que el Gobierno de México ha dado a la investigación, la ciencia y la tecnología, es necesario concebirlo como una institución que tendrá que enfocar sus esfuerzos a la solución de problemáticas sociales, a la planeación regional, al mejoramiento de políticas públicas, y desde luego, a la formación de hombres y mujeres comprometidos con el humanismo.

Si pensamos que el éxito viene con el tiempo y la trascendencia con el legado de las personas formadas en las instituciones, si pensamos en que la primer universidad del mundo inició en el año 737 en Tunes; la primera universidad occidental en Bolonia a finales del 1800; el Colegio Nacional en 1943; el Instituto Literario y Escuela de Artes y Oficios en Hidalgo en 1869; entonces estamos ciertos que como diría Gardel: “veinte años son nada”, por lo tanto, un largo y exitoso porvenir le espera a El Colegio del Estado de Hidalgo.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *